-Mi padre odiaba a las personas que se dedicaban a sermonear a los demás sobre moralidad. Solía decir que todos somos buenos cuando nos conviene y que eso no cuenta. Cuando deseas con todas tus fuerzas cometer una fechoría, cuando estas a punto de hacer fortuna con un negocio deshonesto o de besar los tentadores labios de la esposa de tu vecino, o de contar una mentira que te sacará de un embrollo... es entonces cuando necesitas conocer las normas. Decía que la integridad personal es como una espada: no debería blandirse hasta el momento de ponerla a prueba. Y eso que no era un entendido de espadas-Comparto esta cita de este libro de Ken Follett con ustedes ya que creí que les llamaría la atención tanto como a mi por la verdad de sus palabras, -al mencionar la forma en que las personas señalan que hay que obrar bien y lo que es bueno, pero a la hora de actuar realizan fechorías y malos actos por su conveniencia-. Además de que también a través de ella podrán conocer un poco de este libro, el cual me esta resultando muy interesante y muy entretenido, y a pesar de lo largo que es, la lectura del mismo no me ha resultado tediosa en ningún momento, espero terminar la historia en la brevedad posible, para poder compartir con ustedes una reseña acerca de la misma.
Espero que les guste y que les despierte al menos un pequeño interés en leer este libro.
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